Se dice que los ojos
son el espejo del alma, pero también un lenguaje sin palabras que puede herirlo
en silencio...
Hay miradas de miradas. Seguro alguna vez habrá dicho “me
mató con esa mirada”, o “me desvistió con la mirada”. Pero lo que muchas veces
no ha sabido es cómo responder a ese tipo de lenguaje. Están las miradas que lo
escanean de arriba abajo sin ningún disimulo. ¿Qué pensaría si alguien se
quedara mirándolo a lo lejos y lo detallara detenidamente desde la cabeza hasta
la punta de los pies? Por lo general hay hombres que no disimulan en este
aspecto y justo cuando una mujer se gira lanzan su mirada al derrier. Quieren
evidenciar sus curvas. Pero quizá si una mujer mira a otra mediante un escaneo,
quien fue observada se pregunte si no le gustó su atuendo o al contrario la
está admirando y diciéndole sin palabras que está bien vestida. Aprenda a leer
esas miradas; no es lo mismo una mirada que proviene de alguien que le gusta, a
una mirada de reojo de su compañero de trabajo, o una mirada de su jefe por
encima de los anteojos.
Preguntas y
respuestas!!!
¿Por qué se dice que los ojos son el espejo del alma? Si lo
vemos desde la Programación Neurolingüística, se conoce como claves oculares y
son las maneras de obtener información por el mismo contenido que nos da el
movimiento de los ojos. Debemos empezar por conocer cómo somos, hay personas
que son más visuales, otras más auditivas y unas más kinestésicas (sensibles).
Con la mirada podemos saber si la persona está en un diálogo interno, es decir,
está escuchando su propia voz, también podemos saber si está construyendo
imágenes o si las está evocando. Por ejemplo, cuando los ojos van arriba y a la
derecha la persona está evocando imágenes, recordando. Cuando los ojos van
arriba y a la izquierda, la persona está construyendo imágenes. Cuando los ojos
van a nivel medio a la izquierda está construyendo sonidos y si están en el
medio pero a la derecha está recordando sonidos. La persona que mira abajo y a
la derecha está sintiendo y la persona que mira abajo y a la izquierda está en
un diálogo interno. ¿Qué decir de las miradas desafiantes? Las miradas
desafiantes son aquellas que se evidencian, por ejemplo, cuando la persona mira
por encima de los lentes. Es un lenguaje no verbal que envía un mensaje
retador. Incluso cuando se da una mirada prolongada, que se mantiene en un
tiempo exagerado. Poner la mirada en otro y mirarlo fijamente es incómodo y
desafiante.
¿Cómo reacciona usted
ante este tipo de miradas?
Mirada de reojo:
Usted se siente espiado, acechado, pues el hecho de que un compañero esté al
tanto de todo lo que hace y deja de hacer, lo transporta a una película de
espionaje y conspiración. Pero lo mejor es hacer caso omiso a esa mirada y
concentrarse cien por ciento en su trabajo. Cuando se entretiene en sus propias
responsabilidades se le olvida la otra persona y no permite que nada ni nadie
le robe la calma.
Mirada por encima de los lentes: Este tipo de mirada dada
por un jefe o superior connota no solo autoridad, sino que usted ha cometido
alguna falla. Es probable que le intimide tanto que deba preguntar. Sólo así
saldrá de la duda. Si no, dé por hecho que es una mala costumbre de su jefe
mirar por encima de los anteojos o que tuvo un mal día.
Mirada escaneo: Es esa molesta mirada de arriba a abajo. Si
proviene de un hombre a una mujer, quizá intimide. Si es de una mujer a otra
mujer, puede que le esté detallando su forma al vestir y poco disimule. Y si
esa mirada trae un toque de desprecio, es probable que sin palabras le esté
diciendo que no le gusta para nada como se viste. Entre mujeres sería “guerra
declarada”. La recomendación es que no caiga en el mismo juego sino que se
vista de la mejor manera posible y camine por donde vaya con toda la seguridad
del mundo. Así nadie tendrá de qué hablar y entenderá que muchas de esas
miradas tendrán que ver con su buen gusto y estilo. Recuerde que “envidia es mejor
despertarla que sentirla”.
Mirada fija o
sostenida: Una mirada fija que provenga de alguien que le gusta puede
sonrojarlo. Imagínese que usted ingrese al lugar donde se encuentra quien la
pretende y lo sigue todo el tiempo. No solo eso, sino que en el momento de
cruzar las miradas él se la sostenga y no desvíe su cabeza para nada. Parecerá
una eternidad ese momento, hasta que uno de los dos termine su recorrido. Pero
tenga cuidado, porque si usted es el que va caminando, puede tropezar y acabar
con esa conexión tras una carcajada o peor aún, un accidente. El hecho de
sostener la mirada es señal de que responde a esa atracción. Pero, si al
contrario esa persona no le agrada, lo mejor es que esquive de inmediato la
mirada y no le dé importancia. Él entenderá que no hay ni mínimas posibilidades
o esperanzas.
Mirada morbosa:
Esta es una de las miradas que causan rechazo. Sobre todo porque usted no solo
siente que lo desnudan sino que traspasan su intimidad, que lo irrespetan. Este
tipo de miradas que son emitidas por hombres y mujeres llamados popularmente
‘verdes’, suelen ir acompañadas de obscenidades. La primera reacción es hacer
cara de fastidio ante este tipo de acciones, pero ellos precisamente buscan
como respuesta esa molestia. Lo mejor es hacer como si no lo hubiera notado e
ignorar la situación.
Mirada de decepción:
Estas miradas llegan como lanzas venenosas y pueden atravesar no solo su pecho
sino su alma. Por lo general pueden provenir de personas que fueron ofendidas
por usted. Si usted cometió una falta, si engañó, si mintió e hirió a alguien,
seguro recibirá cada vez que se encuentre a esa persona, el mismo tipo de
mirada. Y no es para menos, si usted aún no ha "puesto la cara", si
huyó como un cobarde, si tras una mala actuación de su parte prefirió que la
otra persona se alejara y ni unas disculpas salieron de su boca. Lo mejor en
este tipo de casos es que se acerque a esa persona dolida y le permita sanar.
Una mirada de decepción es señal de que sigue algo pendiente entre los dos y es
mejor solucionarlo para que no se acumulen rencores.
Miradas que matan:
Las miradas que matan suelen ser emitidas por personas que “no se la pasan ni
con agua”. Tras sus ojos emiten odio, pero recuerde que el problema es de
ellos, pues bien dicen que los ojos son el espejo del alma. Y si usted no
entiende aún por qué esas personas se comportan así, déjelos “viendo un
chispero”. La clave está en que usted no se deje intimidar por esas miradas.
Aplique en este tipo de casos la frase: “todo me resbala”. Así no le dará el
placer a nadie de que lo vean mal o amargándose por algo que no tiene sentido.
Mirada de culpa:
Si usted siente que la gente lo mira con sentido de culpa, quizá no sea tan
cierto, sino que tiene algo pendiente por resolver y cree que los demás lo
señalan. Lo mejor es que solucione eso que lo mantiene con la conciencia
intranquila. Seguro no habrá sido nada bueno para sentirse con los ojos de los
demás encima suyo.
Miradas misteriosas:
Las miradas detrás de gafas oscuras lo pueden dejar tan desubicado cuando habla
que no sabe de qué forma estará reaccionando quien tiene al frente. Es por eso
que más de una vez le ha pedido a alguien que se quite las gafas para sentirse
más cómodo. Y es lo mejor que puede hacer, a menos que esté en la playa por
supuesto. Recuerde que los ojos son los puntos de referencia.
Miradas al piso:
No tiene que saber mucho para darse cuenta que no quieren prestarle atención,
que poco les interesa lo que usted está hablando o que no le quieren poner la
cara. Ante ese tipo de respuestas usted reacciona con un molesto “por favor,
mírame cuando te estoy hablando”. Recuerde que quien baja mucho la mirada es
porque no quiere afrontar las cosas, o porque es tímido, porque está en
minusvalía y además lleva los hombros caídos tras esa misma actitud. Es
probable que también estè buscando consuelo. Cuando alguien no mira a la cara
es porque no puede enfrentarse a la situación. Así que no lo olvide.
Es cuestión de
entrenamiento: Quizá usted no sea el protagonista de ‘Lie to me’ y a la
primera impresión y usted sepa si la persona está recordando, construyendo una
imagen, entre otros mensajes no verbales. Pero lo cierto es que hay personas
que despiertan tras una mirada muchos sentimientos. Y usted como receptor puede
sentir pena, rabia, dolor y alegría. Por eso es que si su pareja o su hijo le
están diciendo algo, usted nota si es o no del todo cierto. Ahí es cuando
aparecen frases como “sé que me lo estás diciendo pero aún así tus ojos me
dicen otra cosa”. Aun asi, “no podemos mirar sólo los ojos como referente, se
debe mirar el contexto del rostro, el tono de la voz. El inconsciente toma todo
el sistema, por eso es que logramos captar sus sentimientos”. Recuerde que el
95% de la comunicación es lo que lee el inconsciente en el lenguaje no verbal y el 5% por lo que se
dice.
¿ qué Por me miró
así? Lo importante es que si tiene algún tipo de dudas tras la mirada
pregunte. Es el mejor paso, pues es probable que usted se diga: ¿Y a este qué
bicho le picó hoy que me miró así? La respuesta puede ser: Tuvo un mal día. La
mirada no era para usted. Venía pensando en otra persona y arrugó la frente y
miró feo. Sí era para usted esa mirada, usted sabe por qué pero se hace el que
no entiende. Por eso es que una lectura de ojos debe ir acompañada de todo un
contexto... Para saber qué quieren decir con los movimientos oculares, debe
preguntar. Una lectura ocular requiere además mirar la postura, la posición de
los hombros, y eso se lleva tiempo.
¿Qué hacer o cómo
responder a una mirada? Mirar de la misma forma, bajar la mirada, mirar por
el hombro, hacer caso omiso y convertirse en el más ciego de los ciegos, o
mantener una vista 20-20 para mirar todo a su alrededor y saber quién lo miró y
quién no lo miró, hace parte de las diversas respuestas a las miradas. Debemos
tener en cuenta que hay personas que nos comunicamos además con movimientos en
las manos, con ademanes, y lo que decimos con las palabras lo vamos reafirmando
con las manos. En el caso de sentirse amenazado con una mirada, la
recomendación es ir a la fuente, con total decencia y decir “estoy sintiendo
esta situación”, “no es que tú me caigas mal pero…”Importante, que la persona
que es tachada de mirar mal, de tener problema con muchos, se evalúe porque
seguramente lo que sucede es que tiene y siente tanto fastidio a sí mismo que
lo transmite a los demás cuando mira. “Puede estar mostrando que no te soportas
a ti mismo y el cuerpo comienza a hablar. Por eso es importante no comerse las
cosas, expresarlas, ser prudentes y respetuosos; decir qué nos incómoda de esas
miradas”.
A ignorar ‘otras’
miradas: Hay miradas que chocan y fastidian. Pero está en usted hacer caso
omiso. Muchos declaran que en esa categoría están las miradas morbosas y nada
sutiles. Sin embargo, muchas de ellas tienen una explicación. Es probable que a
su paso no se encuentre todo el tiempo con hombres y mujeres ‘verdes’. Si hace
una lectura más profunda, este tipo de personas pueden ser tan auditivas, que
cuando usan su vista para concentrarse en un objetivo específico, tengan que
girar prácticamente su cabeza y mediante movimientos bruscos evidencien lo que
están mirando. Contrario sucede con las personas que son más visuales, pues
ellas miran el contexto y con un mínimo movimiento ocular analizan el espacio,
el detalle, los colores. Incluso son fáciles de identificar pues ellas son las
que mejor combinan sus prendas al vestir, y quiénes aprenden fácilmente por
miradas. Los auditivos son los que tienen que mirar a los labios para entender
mejor el mensaje y no piensan tanto en la imagen.
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